El punto de partida de esta crónica se sitúa el pasado 30 de marzo de 2006. Ese día tuvo lugar en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid la ceremonia oficial de presentación del Código Técnico de la Edificación, un acto que congregó a representantes de las principales instituciones relacionadas con la normativa.
Entre ellos se encontraban personalidades de los tres ministerios implicados (Vivienda, Industria y Medio Ambiente), los principales órganos profesionales (CSCAE, APCE), las organizaciones sindicales, la Federación Española de Municipios y Provincias, colegios profesionales y representantes de las comunidades autónomas.
Durante la presentación, la organización proyectó un vídeo donde se mostraban los elementos que definían la implantación del CTE. Entre las imágenes que formaron parte de la proyección estaba el bloque Termoarcilla, que pudo verse en tres ocasiones. En ese preciso instante culminaba un largo proceso en el que el Consorcio Termoarcilla había estado inmerso en los últimos años.
La aparición del bloque Termoarcilla en el vídeo oficial supuso para el Consorcio mucho más que un mero detalle. Representaba el éxito alcanzado tras muchos años de trabajo, pues la auténtica satisfacción residía en la mención expresa del bloque Termoarcilla en la nueva normativa. Por primera vez, nuestro sistema constructivo era incluido en un texto legal, dando por finalizadas la necesidad de contar con un DAU (Documento de Adecuación al Uso) como garantía de su validez.
Como dijo en una ocasión la arquitecta Concepción del Río en este mismo espacio, “el camino ha sido espinoso y muy duro, el bloque Termoarcilla ha superado muchas dificultades. Hoy en día, las reservas iniciales ya casi no existen, sólo quedan reductos poco significativos de personas que no están suficientemente informadas.”
Estas palabras resumen de una manera muy clara cuál ha sido la trayectoria del bloque Termoarcilla en nuestro país. Una evolución que ha estado plagada de no pocos obstáculos y que estuvo a punto de dejar al margen a uno de los sistemas constructivos más avalados en Europa. Durante años, el bloque Termoarcilla estuvo sometido a una reserva técnica que obligaba a sus fabricantes a obtener certificaciones especiales que permitieran contar con el seguro decenal. Hoy en día, ese mismo bloque está recogido explícitamente en el Código Técnico de la Edificación con su denominación genérica, bloque de arcilla aligerada, en diversos documentos de aplicación como el de Seguridad Estructural, el de Seguridad en caso de Incendio y el de Salubridad. El CTE también ha propiciado la aparición de dos nuevas geometrías del bloque Termoarcilla, con unas propiedades higrotérmicas especialmente adaptadas a las zonas climáticas C y D.
Material tradicional para la construcción
A su vez, el Consorcio Termoarcilla ha sido consultado por parte de la Administración con respecto a un “Catálogo de elementos constructivos” que ha elaborado el Instituto Eduardo Torroja, como aplicación del Código Técnico de la Edificación, cuyo objeto es facilitar la labor del proyectista. En este “Catálogo de elementos constructivos” aparecerán igualmente reflejadas soluciones constructivas con el bloque Termoarcilla, consolidando de esta forma la utilización e introducción de este material en la construcción de nuestro país.
Por todos estos motivos, desde el Consorcio Termoarcilla entendemos que desde la aprobación del Código Técnico de la Edificación, nuestro producto, el bloque Termoarcilla, debe considerarse material tradicional.
Todo ello ha sido posible gracias a la implicación de todos los fabricantes de bloque Termoarcilla en España, quienes han apostado firmemente por la calidad de este material y no se han dejado vencer por las dificultades. La defensa de los intereses comunes por parte del Consorcio no hubiera sido posible sin su unidad fruto de la convicción. Al mismo tiempo, la constante aceptación recibida por parte de los profesionales –arquitectos, proyectistas, constructores, etc. – que han continuado confiando en las prestaciones e incluyendo al bloque Termoarcilla en sus proyectos, ha contribuido de manera muy importante a ello.
A partir de este año 2007, y más concretamente del mes de marzo próximo, comienza una nueva etapa en la vida del bloque Termoarcilla, considerado definitivamente como un material tradicional para la construcción.